Según se desprende de un estudio realizado por el grupo de estudios de opinión Simple Lógica, el 68,7% de los españoles manifiesta haber oído hablar de los alimentos transgénicos, de los que sólo una cuarta parte afirma fijarse a la hora de comprar en si son modificados genéticamente. La decisión de consumirlos o evitarlos permanece igualada, con casi un 50% en ambas partes.
Las campañas de información han dado sus frutos. La polémica surgida a raíz del cultivo y comercialización de transgénicos se ha abierto paso en la opinión pública y estos parecen haber calado en el consumidor. Los transgénicos ya no son unos desconocidos para el ciudadano de a pie, que ahora afirma, si no conocer, haber escuchado algo acerca de los OMG. Los resultados de esta encuesta muestran una mayor proporción entre los hombres que declaran tener algún conocimiento acerca de los cultivos transgénicos (73,0%) con respecto a las mujeres (64,6%). En relación con la edad son significativamente superiores los datos de los que tienen entre 35 y 44 años, que muestran un grado de conocimiento del 82,4%. Las cifras más bajas las ofrecen mayores de 65 años y los más jóvenes, que con unos índices cercanos al 60% son los que más emplean aquello del “no sabemos lo que nos estamos comiendo”. Las personas con estudios universitarios también muestran un mayor conocimiento del tema, con un 88,3%. Según desciende el nivel de estudio mayor será la desinformación, llegando hasta el 50% en los estudios primarios. Por comunidades autónomas se observan algunas diferencias relevantes, siendo Castilla León la región que más conoce estos alimentos. En el resto de regiones no suele pasarse del 70%.
La segunda de las tres preguntas de las que consta el estudio se centra en conocer “las actitudes básicas relacionadas con la compra y consumo de este tipo de alimentos”. Bajas cantidades generales muestran la escasa atención que el consumidor presta a la composición de los alimentos. En el momento de llenar el carro de la compra sólo uno de cada cuatro individuos se ha fijado en si eran alimentos transgénicos (27,6%). Las mujeres presentan un porcentaje mayor de atención a los hombres, 31,6% frente al 23,8%. Las diferencias en función de la edad trasladan una mayor preocupación entre el sector de 35 a 65 años, los que más habían oído hablar de estos alimentos, precisamente. En relación a la diferencia de estudios la diferencia es menos clara que en la anterior encuesta, siguiéndose la anterior tendencia de más sensibilidad cuanto más elevados sean los estudios. Por comunidades llama la atención el alto índice de Galicia, con un 40%, muy superior a todas las demás comunidades.
En tercer lugar, el estudio de Simple Lógica ha intentado conocer cuál es la actitud con respecto al consumo de los alimentos modificados genéticamente, para lo que preguntó si se evita su consumo. En este caso las opiniones contrarias y las favorables se dividen a partes iguales, siendo más porcentaje favorable al consumo de estos productos, con un 47.9, frente al 47.2% de quienes manifiestan que evitan consumirlos. Respecto al sexo, las mujeres son menos favorables a estos alimentos, con un 50.9 % de rechazo frente al 43% de los hombres. Atendiendo a la edad de los entrevistados las diferencias aumentan en relación con el incremento de edad. Mientras que sólo el 35,7% de los que tienen entre 28 y 24 años se declara en contra del consumo, entre los que tienen entre 55 y 64 años ese porcentaje es del 59,1%. Para las diferentes comunidades autónomas se igualan los porcentajes.
Como conclusión, el estudio destaca “en qué medida es superior el porcentaje de quienes declaran evitar el consumo de los alimentos transgénicos con respecto al de quienes manifiestan fijarse en si lo son o no en el momento de la compra. A este propósito hay que señalar que al 19,9% de quienes se fijan en si son o no transgénicos no les importa consumirlos y que el 35,1% de quienes no se fijan en si son o no transgénicos si evitan su consumo”.
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Hace 9 años
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