El mes pasado, en la clase de periodismo deportivo, recibimos la visita del periodista de Canal Sur Televisión, Javier Franco. Más allá del contenido de la charla, nuestro "compañero" nos sorprendió a toda la clase con una afirmación: "Las prácticas en empresas son la mejor forma para asentarse en un medio. Muchos de los becarios que llegan a Canal Sur se quedan en esos puestos".
Uno de los peligros que acechan al periodista es la pérdida de contacto con la realidad. Si esto ocurre, las informaciones se aljean de la demanda del público y el análisis que se haga del mundo no alcanzará a comprender la totalidad de los hechos.
Uno de los peligros que acechan al periodista es la pérdida de contacto con la realidad. Si esto ocurre, las informaciones se aljean de la demanda del público y el análisis que se haga del mundo no alcanzará a comprender la totalidad de los hechos.
Llevar 20 años trabajando en Canal Sur puede hacer que Javier Franco haya olvidado lo difícil de abrirse paso en este mundo, pero resulta intolerable que este periodista afirme las bondades del sistema de becarios como método con el que afincarse en un medio.
Muchos jóvenes estudiantes de periodismo comenzamos a vislumbrar un futuro inmediato bastante oscuro. La semana pasada hablaba yo con un chaval, licenciado de esta carrrera el año pasado. La conversación giró en torno a qué había encontrado al salir al mercado de trabajo. “Nada”, me contestó. “He echado curriculums en Jaén, Córdoba, Sevilla, hasta en Madrid. Y nada”. Casualmente, durante el pasado verano este chico sí que había realizado algunas prácticas en un medio de comunicación.
Está claro que las prácticas son algo muy bueno, pero para las empresas. Cientos de estudiantes que cada año llaman a la puerta de periódicos, televisiones o radios, en connivencia con las facultades (PRACUS), con la ilusión de poder contemplar el mundo al que se enfrentan y en el que les gustaría trabajar. Por poco dinero, y en muchas ocasiones por nada, realizan el trabajo de un redactor, en uno de los mayores abusos profesionales que se pueden dar.
No es incompatible esta precariedad laboral con que algunos becarios puedan quedarse en la empresa donde han realizado sus prácticas debido a su buen hacer. Pero afirmar que son muchos los becarios contratados suena cínico, más concretamente, a ciencia ficción.
Con suerte te puedes quedar un año de becario en una empresa, pero luego te dan la patada porque hay miles de becarios más deseando ocupar tu puesto. Así confundimos muchas cosas, por ejemplo, la calidad del periodismo, ya que en vez de enseñar y formar al becario le hacemos trabajar de periodista desde el primer dia y no siempre hace el trabajo como se debe hacer. Una profesión sin futuro?, sí, una carrera q no sirve para lo que luego hacen realmente lo periodistas?, también.
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